• Martes, 5 Marzo 2024 a las 17:01:00

INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA FABIOLA RAFAEL DIRCIO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA (GPPRD), DURANTE LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DE LOS ACUERDOS DE SAN ANDRÉS LARRÁINZAR.

Hoy conmemoramos 28 años de la firma de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, y deseo iniciar con un grito como en aquel ayer.

 

Palacio Legislativo de San Lázaro, a 14 de febrero de 2024

 

INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA FABIOLA RAFAEL DIRCIO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA (GPPRD), DURANTE LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DE LOS ACUERDOS DE SAN ANDRÉS LARRÁINZAR.

Con la venia de la Presidencia.

Diputadas y diputados.

Hoy conmemoramos 28 años de la firma de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, y deseo iniciar con un grito como en aquel ayer.

¡Nos están matando compañeros!

Es un grito unánime de cientos de transportistas, comerciantes, hoteleros y de la sociedad guerrerense ante la ola de criminalidad que azota al Estado.

El clima de violencia arropa y consume a mi Estado de Guerrero, se ha manchado de sangre y duelo a cientos de familias.

Este llamado es para invitar a los tres órdenes de gobierno para dejar la inacción y velar por la paz y la concordia de la entidad y del país.

Compañeros y compañeras, esta conmemoración, esta efeméride es, como muchas otras, una burla y falta de respeto para los pueblos originarios y para el pueblo zapatista, ese pueblo que sigue en lucha, sumergido en la pobreza y siendo insultado por los dueños del poder.

Es lamentable que el día de hoy los acuerdos de San Andrés sean conocidos de manera internacional por su falta de cumplimiento y no por ser un hito en la garantía de derechos de los pueblos indígenas.

La lucha del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, fue un levantamiento de voz y no solo de armas, hoy en día esa voz continúa a manera de eco, mismo que pide respeto a los pueblos originarios, a sus Usos y costumbres, a su derecho de asociación, pero a sus formas, tiempos y modos.

En la firma de los acuerdos el gobierno se comprometió a establecer una nueva relación con los pueblos indígenas basada en el pluralismo, la sustentabilidad, la integralidad, la participación y la libre determinación, construyendo un nuevo federalismo, un nuevo pacto social que modificara las relaciones de subordinación, desigualdad y discriminación.

Solo discurso que, hoy como ayer, sigue sin reflejar un beneficio verdadero de los pueblos originarios, sigue la deuda histórica a más de un cuarto de siglo.

Hoy ni derechos, ni autonomía, ni respeto, solo mentiras, promesas, a los pueblos originarios nos preocupa la herencia del bastón de mando que de manera parcial realizó el ejecutivo, porque solo significaría que todo seguirá igual los pueblos indígenas y afromexicanos.

En Chiapas, en Guerrero, en Oaxaca, Sonora, Sinaloa y muchos otros estados la población es rehén, del mal gobierno y del crimen organizado, esto sucede ante la omisión e inacción del gobierno federal, la vida cotidiana es de terror y violencia.

Hemos visto que se ha profundizado la violencia contra los pueblos originarios, sobre todo por la falta de protección por parte de los gobiernos, que han permitido que el crimen organizado se apodere de sus tierras, de sus fuentes de trabajo, de sus vidas.

Pero el pueblo es fuerte y resiste, es sabio y sabe que la luz de esperanza que ellos mismo están encendiendo no debe apagarse con los vientos del mal gobierno, que no van a permitir que el gobierno Federal, Estatal y municipal le coloquen un sello de silencio a la lucha de años, que de permitirlo estarían cavando la tumba del olvido.

Desde el Grupo Parlamentario del PRD somos impulsores de las demandas de los pueblos indígenas y afromexicanos, sabemos que es necesario avanzar hacia la consolidación de la nueva relación, que la participación de las comunidades indígenas sea real, que las consultas sean serias y no simuladas como sucedió con aquella de la Ley del INPI (Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) por mencionar un ejemplo, y que tengan resultados vinculantes para mejorar las políticas públicas; que se observe en todo momento el bien común de los pueblos originarios.

 

Es cuanto, muchas gracias.